jueves, 29 de mayo de 2008

Productos típicos de las Hurdes

La Miel
La miel es un producto elaborado por las abejas a base del néctar de flores mediante la combinación adecuada de condensación, amasado y adición de fermentos, que posteriormente las abejas depositan en las celdillas de sus panales como alimento en reserva.
Características
La miel es una de los pocos alimentos no contaminados por los desechos industriales del mundo moderno, ya que las abejas actúan como un verdadero filtro viviente. Recién extraída de los panales es fluida, con una densidad de entre 1.4 y 1.5 según su grado de madurez. Con el tiempo cristaliza o granula: se torna compacta y dura adquiriendo un color blanquecino - amarillento. Cristaliza entre 10 y 20ºC, sobre 27ºC no cristaliza, como tampoco lo hace con una temperatura constante muy baja. La cristalización de la miel es un proceso natural y representa una garantía de madurez y pureza.
Color
El color de la miel puede ser tan claro como el agua, o pasar por los distintos matices del amarillo al pardo, hasta el castaño, y aún cerca del negro, esto se debe únicamente a las fuentes naturales donde acuden las abejas en busca de sustento.
Historia
Las abejas, además de excelentes arquitectas, podrían considerarse las mejores y más sabias alquimistas de la naturaleza. Al fin y al cabo, su invento, la miel, ha sido utilizado como alimento en todas las épocas y culturas de la humanidad, y desde siempre se han conocido sus cualidades nutritivas y medicinales. Los griegos encontraron en ella propiedades antisépticas, calmantes, tonificantes, diuréticas y laxantes. Incluso en la cultura egipcia formaba parte de los elementos rituales utilizados para la momificación, además de que se le incluía entre los alimentos que el difunto llevaba para no pasar hambre durante su viaje hasta el más allá.
Composición
Clasificada en el grupo de los alimentos hidrocarbonados, es decir, los que están formados por hidrógeno, carbono y oxígeno, elementos que proporcionan calorías al organismo, lo que se traduce en energía.
En la composición de la miel participan más de 70 sustancias diferentes, de acuerdo a la variedad, que depende del tipo y la cantidad de flores libadas por las abejas, el tipo de colmena y las condiciones climáticas y regionales.
· Un 60 a 80% de la miel está compuesto por monosacáridos, azúcares simples que el organismo asimila directamente.
1,7% de sacarosa.
4,8% de dextrina.
0,2% de gomas naturales, las cuales, junto a la dextrina, impiden que la miel cristalice.
0,8% de materias nitrogenadas proteínas y aminoácidos, entre otras.
2,8% de materias no azucaradas.
20% de agua, si esta proporción es mayor, se acelera el proceso de deterioro de vitaminas y enzimas.
0,3% de ácidos orgánicos, entre otros, ácido cítrico, láctico, fórmico y fosfórico.
La miel contiene minerales como el potasio y el fósforo, este último elemento es muy importante para la metabolización de los hidratos de carbono.
Oligoelementos, como; aluminio, cadmio, silicio, boro, titanio, plomo, níquel, cinc, litio, estaño, cromo y radio.
Pequeñas cantidades de vitaminas del grupo B y C.
Enzimas tanto vegetales como animales (provenientes del polen de las flores y de las mismas abejas), que son las encargadas de facilitar que el organismo asimile fácilmente los azúcares sin causar problemas digestivos.
Inhibinas, las cuales aportan su acción antibiótica y, actuando conjuntamente con los monosacáridos y la acetilcolina la cual, además, favorece la irrigación sanguínea aportan a la miel una acción curativa sobre heridas. Una de las razones por las que se debe evitar someter a la miel a altas temperaturas es que las inhibinas se destruyen por acción de la luz y el calor.
Variedades por origen botánico
Mieles multiflorales
Son aquellas en las que en su composición no destaca la presencia de un polen sobre otros. Se obtienen en valles y praderas. Sabor suave.
Mieles monoflorales
En la composición de estas mieles predomina el polen de una flor aunque ello no excluye la presencia de otros. Reciben el nombre de la flor predominante en su composición, las principales mieles monoflorales son las siguientes: Acacia, Ajedrea, Alforfón, Algodonero, Azahar, Brezo, Castaño, Col, Colza, Encina, Espino Blanco, Espliego, Espliego híbrido, Eucalipto, Miel de Lavanda, Mejorana, Naranjo, Pino, Trébol blanco, Romero, Tilo, Tomillo,...
Propiedades
La miel además de por su sabor y calidad, también es muy utilizada debido a sus propiedades medicinales y cosméticas, la miel puede utilizarse de muy diversas formas.
Posee propiedades cicatrizantes y humectantes que la convierten en el ingrediente número uno de cremas y ungüentos para la piel.
La miel es utilizada en centenares de remedios caseros y en caso de irritación en la garganta producida bien sea por gripe, inflamación o lesión o ulceraciones en la boca, igualmente, en casos de tos, la miel tiene un efecto expectorante y antitusígeno.
Su consumo tiene efectos positivos a nivel del corazón, ya que favorece la producción de fosfatos orgánicos que regulan el ritmo cardíaco y estimulan el riego coronario. Igualmente, por ser rica en minerales y oligoelementos, influye sobre las enfermedades reumáticas. Estimula el metabolismo hepático, por lo cual tiene un efecto desintoxicante en todo el organismo, y es un extraordinario reconstituyente.
Uso Farmacológico
La miel como remedio terapéutico fue descubierta por nuestros antepasados, desde hace mucho tiempo se conocen, entre otras, sus propiedades antisépticas, dietéticas, edulcorantes, tonificantes, calmantes, laxantes y diuréticas.
Algunos de los usos farmacéuticos de la miel son:
Tratamiento de heridas
Afecciones cutáneas y cosmética
Afecciones de las vías respiratorias superiores
Afecciones pulmonares
Afecciones cardíacas
Afecciones del tracto gastrointestinal
Afecciones hepáticas
Afecciones renales
Alteraciones del sistema nervioso
Enfermedades de los ojos
Acción sobre los agentes nocivos externos

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