miércoles, 27 de febrero de 2008

Jamón Ibérico de Bellota, "Dehesa de Extremadura"

Extremadura conserva la mejor y más extensa dehesa existente. En este paraíso nace, vive y muere el cerdo ibérico, antesala natural del jamón ibérico. El cochino es antropológicamente el animal totémico de los extremeños y, gastronómicamente, nuestro producto más apreciado. El jamón ibérico es el que procede del cerdo ibérico, siendo esta una definición rigurosa. El cerdo ibérico es probablemente la única raza genéticamente pura, que se conserva en la actualidad de los marranos que en algún momento histórico llegaron a la península ibérica, procedentes del África mediterránea.Para que el jamón lleve el título de ibérico de bellota, el cerdo tiene que haber disfrutado de la montanera de forma pura y y dura, es decir, entre octubre y febrero solamente puede alimentarse de bellotas y rastrojos. Si el cerdo ibérico es alimentado en algún momento con pienso su jamón será de recebo y, si nunca ha estado en la dehesa, será de cebo. La Denominación de Origen "Dehesa de Extremadura", se ha convertido en la garantía de la representatividad y seriedad de nuestros jamones que hoy compiten con los mejores productos de otras Denominaciones, en franca ventaja de calidad, adornada ésta con el reconocido valor dietético que recientes e importantes trabajos de investigación, otorgan al jamón ibérico como compendio de la dieta mediterránea.

Las otras joyas de la Gastronomía Extremeña

La comercialización de tres especies alternativas en Extremadura: la tenca, la rana y el lagarto
Extremadura es tierra pródiga en productos naturales, y lo que en otras regiones no es más que un eslogan publicitario, en nuestra comunidad debe ser entendido en su sentido literal. Desde siempre hemos consumido, y lo seguimos haciendo, productos del campo, que si en un tiempo fueron marginales, ahora se han convertido en cotizadas materias primas para los más exigentes restaurantes del país (no tenemos más que recordar los espárragos trigueros o las criadillas de tierra). Aunque ahora nos vamos a detener en tres especies de consumo tradicional en Extremadura, como son la tenca, la rana y el lagarto, tan íntimamente ligadas a la historia alimentaria, y de los usos y costumbres, de nuestra región.Recientemente, con el patrocinio de la Consejería de Agricultura y Comercio de la Junta de Extremadura, se ha editado un estudio ("La comercialización de productos alternativos en Extremadura: la tenca, la rana y el lagarto" elaborado por Manuel Blasco Ruiz, María D. Fernández Arias, Luisa Palomino Palma y Héctor J. Pula Moreno) sobre las posibilidades económicas del cultivo de estas tres especies, teniendo en cuenta la demanda actual y potencial, estimando las posibilidades de los correspondientes sectores. Como, tanto la captura de ranas, como la de lagartos está prohibida por duras leyes medioambientales, debe señalarse que el cultivo de las especies citadas sí cumple con todos los requisitos de carácter ambiental, evitando el furtivismo y creando riqueza en el sector primario.

"Tinca tinca": la tenca
La tenca es el único recurso autóctono y propio de nuestra acuicultura regional, pero su explotación es bastante desordenada, al basarse en criterios extensivos y sin control en la alimentación. De las 115 explotaciones censadas, sólo 4 pueden considerarse semiextensivas, y ninguna llega a la categoría de intensivas. La producción es, por tanto, baja, y desde luego no satisface la demanda real, y mucho menos la potencial. La comercialización está en sus principios, por lo que el mercado se encuentra desabastecidoEl consumo de la tenca, y su comercialización, se concentra casi en su totalidad en la provincia de Cáceres, donde es un especie muy apreciada. En Badajoz, el consumo apenas se distribuye por la zona oriental y sur de la provincia. El músculo de la tenca es de color rosado, algo asalmonado, sabroso, y se presta a múltiples recetas.Los precios suelen ser altos y el producto se convierte en estacionario. Con todo este panorama, el futuro del sector pasa por el control de las explotaciones y por un Plan Regional de Acuicultura, que optimice los recursos, minimice los riuesgos y garantice el futuro de las explotaciones. Los tipos idóneos de cultivo para Extremadura, según los expertos, son lo de tipo semiextensivo controlado. El concurso de los profesionales es inevitable, tanto en la cría (expertos en acuicultura), como en el aspecto industrial y comercial (profesionales de los canales de distribución de material alimentario de carácter perecedero)..
"Rana perezi": la rana
La rana era un recurso que antaño constituía un refugio económico para numerosos campesinos de bajo nivel adquisitivo. Pero hoy, todos los anfibios están protegidos por ley. En los países industrializados, la única forma de abastecer al mercado debe venir de la cría controlada y el cultivo masivo. Oficialmente no existe ninguna explotación en Extremadura, y si se opta por su captura, estamos ante un comportamiento ilegal. Ahora, el consumo secularmente tradicional de ancas de rana, se surte de la importación. Este consumo se realiza normalmente en hostelería, y tanto en la provincia de Cáceres como en la de Badajoz, aunque es en la primera de ellas donde es más numerosa su presencia en el recetario tradicional. La rana tiene una carne algo laxa, pálida con ribetes negruzcos, pero de sabor característico, entre trucha y pollo. Se incluye en gran conjunto de platos de entretenimiento, propio de restauración.Su incierto futuro deberá pasar por el diseño de proyectos de cría, que permitiendo el consumo de productos propios, aseguren las poblaciones autóctonas. Un cultivo idóneo sería el de tipo semiextensivo, siendo su mayor dificultad el control sobre las poblaciones cultivadas, aunque la fuga accidental de individuos, no plantea problema medioambiental alguno, siempre que no sean anfibios foráneos.

"Lacerta lepida": el lagarto
El lagarto ocelado es el mayor saurio de Europa y abunda en la Península Ibérica, con algunas cuñas de población en Francia y el noroeste de Italia. El consumo de lagartos ha sido tradicional en Extremadura, pero desde hace años su captura está prohibida y el consumo ha llegado a ser muy esporádico, perdiéndose así tradiciones gastronómicas y posibles alternativas. Porque si las ranas se pueden importar para su consumo, el lagarto no tiene esta alternativa, nutriéndose de un modesto y ocasional comportamiento furtivo.Extremadura cuenta con numerosas recetas preparatorias para lagartos, que poco a poco dejan de utilizarse. El lagarto tiene un acarne prieta, fuerte y magra, algo insípida, prestádose a numerosos platos eleborados, incluso para aderezar paellas. Si se desea hacer resurgir esta tradición gastronómica, el cultivo bajo control es absolutamente imprescindible. Este cultivo, además, colaboraría al mantenimiento de las poblaciones naturales, aunándose de esta manera las razones económicas con las conservacionistas.El consumo histórico era más intenso en Cáceres que en Badajoz. Y si en la actualidad el consumo se sigue realizando, está basado en un mínimo furtivismo. Al no existir alternativas, el precio de referencia es muy alto. Por lo que se imponen la concreción de proyectos de cultivo, tanto para satisfacer la demanda, como para asegurar el futuro de las poblaciones naturales.La diversificación del sectorestá asegurada, ya que el lagarto ocelado es una especie muy solicitada en el exterior, y el procesado de subproductos tiene una gran aceptación comercial.

El consumo de productos alternativos
En Extremadura, los recursos naturales están bien conservados, pero más por falta de atención que por el buen tratamiento que han tenido. Y si bien es cierto que las poblaciones animales y vegetales tienen un buen estado de salud, también los, que sobre las mismas, no se ha realizado ningún manejo con el que obtener una remuneración sostenida. El paso, cuando sea posible, se ha de dar del furtivismo al cultivo semiextensivo, para satisfacer una demanda real por tradición consumista de algunas especies y, a la vez, asegurar el futuro de las poblaciones naturales.Las tres especies mencionadas en este artículo gozan en Extremadura de gran aprecio, pero salvo en el caso de la tenca, de la que se espera un buen y adecuado tratamiento industrial y comercial, el resto se encuentra sin sustitución, al estar prohibida su captura y consumo, los cuales se siguen efectuando de forma más o menos clandestina, aunque sin tanta profusión como en el pasado inmediato.Porque ante las razonadas manifestaciones de los conservacionistas que consideran prioriatrio el comportamiento coercitivo sin más, existen otras alternativas acordes con la conservación de las especies y la recuperación de una parte importante de nuestra gastronomía. Se trata, en definitiva, no de extraer recursos naturales, sino de producirlos; no de esquilmar nuestra naturaleza de forma incontrolada y con actuaciones que provoquen situaciones irreparables, sino de crear unas explotaciones semiextensivas donde criar estas especies para satisfacer una demanda, al tiempo que se respeta y asegura la existencia de especies tan autóctonas.

lunes, 11 de febrero de 2008

Lista de los 10 mejores vinos extremeños según la Guía Campsa 2008


- TORRE JULIA (94 puntos)Tipo de vino: Tintos de Reserva y Gran ReservaBodega: LAS GRANADASD.O.: Ribera del Guadiana
- ADVENTUS (93 puntos)Tipo de vino: Tintos de Reserva y Gran Reserva 1998Bodega: VIÑA EXTREMEÑAD.O.: Extremadura
- EQUUS (93 puntos)Tipo de vino: Tintos de Crianza 2003Bodega: VIÑA SANTA MARINAD.O.: Extremadura
- PUERTA PALMA FINCA LAS TENDERAS (92 puntos)Tipo de vino: Tintos de Crianza 2002Bodega: MARCELINO DÍAZD.O.: Ribera del Guadiana
- TARYALA (93 puntos)Tipo de vino: Tintos de Crianza 2001Bodega: LAS GRANADASD.O.: Ribera del Guadiana
- PUERTA PALMA FINCA EL CAMPILLO (91 puntos)Tipo de vino: Tintos de Reserva y Gran Reserva 2001Bodega: MARCELINO DÍAZD.O.: Ribera del Guadiana
- ATTELEA CRIANZA (90 puntos)Tipo de vino: Tintos de Crianza 2003Bodega: RUÍZ TORRES S.A.D.O.: Ribera del Guadiana
- HABLA 1 (90 puntos)Tipo de vino: Tintos Jóvenes 2005Bodega: BODEGAS Y VIÑEDOS DE TRUJILLOD.O.: Extremadura
- JALOCO IMPERIAL (90 puntos)Tipo de vino: Tintos de Reserva y Gran Reserva 1998Bodega: ANTONIO MEDINA E HIJOS, S.A.D.O.: Extremadura
- PINTORESCO (90 puntos)Tipo de vino: Tintos Jóvenes 2005Bodega: BODEGAS LUIS GURPEGUI MUGAD.O.: Extremadura

jueves, 7 de febrero de 2008

La Guía Campsa dedica un especial a la cocina extremeña


La cocina extremeña, un banquete de tradición

La tierra extremeña es afortunada por la variedad y calidad de los productos que ofrece y que configuran una cocina natural y austera, ausente de adornos, pero llena de sabor y carácter. Las tradiciones y estilos de vida seculares, todavía presentes en la región, han configurado una gastronomía sencilla y de marcada influencia rural en la que subsisten recetas centenarias como las migas extremeñas, la caldereta o los repápalos.

Extremadura es, a pesar de que mucha gente lo desconoce, una de las regiones españolas más ricas en hogos y setas. Desde el Boletus edulis a la Amanita cesarea, pasando por los níscalos, setas de cardo y champiñones silvestres, toda la variedad posible de estos deliciosos alimentos se da en las dehesas extremeñas. En esta temporada también se prepara un plato exquisito a base del hongo que llaman “criadillas de tierra”, y que posee un delicado aroma y sabor similar a la trufa blanca.
Con la próxima llegada de la primavera también entran en las cocinas los primeros productos de la huerta, como los afamados cardillos silvestres que se preparan en tortillas, guisados en caldereta o rehogados con ajo y pimientos.

Pero en la temporada invernal que todavía disfrutamos, los platos estrella de la gastronomía de Extremadura son las carnes y especialmente la de vacuno criado en la dehesa. Un ganado alimentado exclusivamente en estos prados y que posee una carne de marcado sabor y personalidad. Los platos de caza comparten también el protagonismo de la cocina mientras dura el invierno. Toda la región es rica en caza mayor (venado o jabalí) y menor (conejo, la perdiz, la liebre, la paloma, la codorniz o las tórtolas). Todas estas carnes se preparan de múltiples formas como en cocido, asado, a la parrilla, en escabeche o estofado.

Extremadura es rica en productos únicos de esta tierra merecedores de su propia denominación de origen. Exquisitez entre las exquisiteces son los derivados procedentes del cerdo ibérico alimentado de bellota y hierba de la dehesa extremeña, con el jamón como rey indiscutible y sus derivados como los chorizos, lomos, tocinos o morcillas.
En los pueblos de la Vera, que se extienden junto a los regadíos que circundan el río Tiétar, se produce el afamado pimentón de la Vera. Conocido en toda la comarca como el “oro rojo” es un condimento indispensable de la gastronomía nacional y procede de los pimientos que se cultivan en esta zona cercana a Cáceres y dotada de un microclima ideal para su producción.
Otro gran producto que da la tierra extremeña son las cerezas del Jerte, fruto que se recoge de los cerezos llegado el verano y cuya floración en primavera atrae cada año a miles de curiosos por su gran belleza. Su pulpa roja, crujiente y su carne dulzona hacen de esta fruta una de las joyas de la gastronomía extremeña.
Comparten también el “reinado” con los quesos derivados de la leche de oveja que se producen en la Serena, y en la zona del Casar, junto a Cáceres. Ambos son una verdadera delicia y su sabor intenso y cremosidad los hacen idóneos para degustar en solitario, si acaso con un poco de pan, o como ingrediente de suculentas recetas.